agosto 5, 2010

Arena

Posted in Sin categoría tagged , , a 11:58 am por aportesconsentido

Los paganos admitían la existencia de divinidades toscas, imperfectas, chapuceras. Los dioses no sólo estaban sujetos a toda clase de vaivenes éticos sino que también cometían numerosos errores en el ejercicio de su profesión: creaban universos endebles, se dejaban engañar por los humanos, desconocían el futuro, fallaban en sus cálculos.

Las grandes religiones monoteístas acuñaron la idea de la infalibilidad divina, de un poder sin grietas.

No es nuestro propósito ejercitarnos ociosamente en la lógica para entretenernos con esas paradojas que tanto divertían a los gandules agnósticos. Ahorraremos al lector la modesta perplejidad de pensar si Dios es capaz de crear un objeto tan pesado que Él mismo no pueda levantar.

Sin embargo, la historia de la arena comienza con una distracción de un Dios omnipotente.

Las tradiciones islámicas dicen que, habiendo finalizado la creación, el Señor advirtió que faltaba la arena. Grave defecto, si bien se mira. Los hombres estarían privados de la deliciosa voluptuosidad que sienten al caminar junto a los mares. El fondo de los ríos sería siempre ríspido, los arquitectos carecerían de un material indispensable, los caminos no podrían suavizarse, las huellas de los enamorados serían invisibles. Dispuesto a remediar su olvido, Dios envió al arcángel Gabriel con una enorme bolsa de arena a que la desparramara allí donde fuera  necesario.

Pero el Enemigo trabaja siempre para estropear la obra divina.

Mientras Gabriel volaba con su carga inconcebible, el diablo le agujereó la bolsa. Esto sucedió exactamente sobre la región que hoy es Arabia. Casi toda la arena se volcó en ese lugar, de modo tal que las nueve décimas partes del país quedaron convertidas para siempre en un desierto.

Advertido de esta catástrofe, Dios resolvió ofrecer a los árabes algunos dones compensatorios.

Les dio un cielo lleno de estrellas como no hay otro, para que miraran siempre hacia lo alto.

Les dio el turbante, que bajo el sol del desierto es mucho más valioso que una corona.

Les dio la tienda, que es mejor que un palacio.

Les dio la espada. Les dio el camello. Les dio el caballo.

Y les dio algo más precioso que todas las otras cosas juntas: la palabra, el oro de los árabes.

Otros pueblos modelan en la piedra o los metales. Los árabes modelan en el verbo.

El poeta (el chair) es sacerdote, juez, médico, jefe. El poeta es poderoso: puede traer alegría, tristeza, encono. Puede desencadenar la venganza y la guerra. Puede matar con la palabra.

Los errores de Dios, como los de los grandes artistas, como los de los verdaderos enamorados, desencadenan tantas reparaciones felices que cabe desearlos.

Alejandro Dolina, de “El libro del Fantasma”

julio 6, 2010

Pactos diabólicos en Flores

Posted in Sin categoría tagged , , , a 10:27 am por aportesconsentido

EL HOMBRE QUE PEDIA DEMASIADO – de Alejandro Dolina.

Satanás: ¿Que pides a cambio de tu alma?

Hombre: Exijo riquezas, posesiones, honores y distinciones…. Y también juventud, poder, fuerza y salud… Exijo sabiduría, genio, prudencia… Y también renombre, fama, gloria y buena suerte… Y amores, placeres, sensaciones… Me darás todo eso?

Satanás: No te daré nada.

Hombre: Entonces no tendrás mi alma.

Satanás: Tu alma ya es mía. (Desaparece)

junio 3, 2010

Estar enamorado es una porquería. Alejandro Dolina

Posted in Sin categoría tagged , , , a 11:42 am por aportesconsentido

Estar enamorado es una porquería, estar enamorado es una basura, se siente uno mal, no reacciona inteligentemente, pierde la facultad de especular porque con toda inocencia toma el corazón y lo deja de propina en cualquier lado.

En cambio cuando uno no esta enamorado es vivo, es atrayente, es imaginativo, especula, se retira a tiempo, avanza cuando tiene que avanzar, es brillante, tiene esa crueldad, esa maravillosa crueldad que tanto enamora, y que cuando uno esta enamorado pierde.

El enamorado dice voy a ser cruel y resulta patetico. Ensaya retiradas que duran cinco minutos al cabo de los cuales llama por teléfono como un perro arrastrándose.

Cuando uno esta enamorado pierde poder, pierde mucho poder, del que necesita para enamorar precisamente.

De modo que se da esta paradoja, cuando uno mas necesita este poder no lo tiene, y cuando uno lo tiene, no le interesa tenerlo o a lo mejor lo usa nada mas que para enamorar giles, de gusto, por que si, para matar el tiempo…